lunes, 14 de enero de 2013

El cristianismo y el mundo.

Ha llegado el tiempo donde los valores mundanos se han infiltrado en la iglesia y por ende en la vida del creyente.
Dando lugar a que las "estrategias, pensamientos y métodos  del mundo substituyan la guianza de Dios, haciendo así, de la iglesia una empresa y las almas como simples números.

Es un cristianismo que ya no produce incomodidad, que ya no difiere mucho del mundo, sino al contrario busca agradarle ofreciendo un evangelio "cool" que puede ajustarse a todo estilo de vida.

Los que viven tal "cristianismo" han olvidado las palabras del mismo Jesús:


Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí.
Si fueran del mundo, el mundo los querría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece.(Juan 15:18-19) 
Hacen omisión también a esta advertencia:

 ¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. (Santiago 4:4)
Lo anterior no es un llamado a ser bélico o chocante contra la humanidad mas bien es un llamado a no tener tolerancia con los deseos o valores mundanos porque los tales "no provienen del Padre" (1 Juan 2:15)