jueves, 7 de junio de 2012

Examinaos a vosotros mismos



Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que seáis reprobados? 
(2 Cor. 13:5)


Hay muchos que se identifican como hijos de Dios pero hacen obras de tinieblas. Y hoy en día, hay mucho de esto, gente que "acepta a Jesús"  pero verdaderamente sus corazones están lejos de El.

Tengamos claro que:
1- No determina que soy cristiano por lo que "siento" en mi ser.
2- No determina que soy cristiano por una "decisión" de fe.
3- Por asistir a cultos o servicios evangélicos, no determina que sea un discípulo de Cristo.
4- Por ser miembro o líder de una denominación.
5- Por pertenecer a una familia cristiana.

Puedo hacer todo esto y mucho más...pero no ser cristiano verdaderamente.

Un ejemplo claro:
Simón el mago (Hechos 8:9-24)

Y aun Simón mismo creyó; y después de bautizarse, continuó con Felipe, y estaba atónito al ver las señales y los grandes milagros que se hacían (vv. 13)

 Cuando Simón vio que el Espíritu se daba por la imposición de las manos de los apóstoles, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquel sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo. 

Entonces Pedro le dijo: Que tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero.

No tienes parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. (vv. 18-21)

Simón el mago, creyó y se bautizó pero ofreció dinero para recibir el don del Espíritu Santo. Acción que reflejaba su verdadera condición "hiel de amargura y en cadena de iniquidad".

Examinemos el sendero que recorremos, no sea y la religiosidad o las falsas enseñanzas nos hayan desviado sigilosamente del camino estrecho de la vida eterna. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario