Hoy deambulan hambrientos de verdad, los encuentras en la calle, en la oficina, en cualquier lugar. Hay gente hambrienta por algo nuevo, por ver su vida transformada, por ser mejores.
Hambre de algo que sea real.
Tristemente buscan en los lugares menos indicados, en los placeres de la vida que producen una satisfacción pasajera. En el materialismo que solo alimenta hasta determinado momento.
Y corren de aquí a allá buscando algo, alguien que pueda llenar el vacío que hay en el alma y cuando justo creen haberlo encontrado, la decepción aparece de nuevo.
Entonces, no hay nada que pueda satisfacer el vacío de nuestras almas? Si, lo hay. Y es una persona, Jesucristo.
El es el pan de vida. El pan del cielo que sacia nuestro interior. Búscalo a El.
exelente, tienes mucha razón, muchas veces si no es que siempre las personas buscan en todo lado y el unico que les puede solucionar esa busqueda es Jesucristo
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