martes, 16 de agosto de 2011

Hombre de doble animo (Parte 1)

La epístola de Santiago es una carta que contiene un riquisimo material para la vida practica del cristiano.

En Santiago 1:8 es mencionado "el hombre de doble animo", de lo cual hablare en está ocasión.
Entiéndase que doble animo se refiere a "dualidad de pensamiento o actitudes". Es decir que sus pensamientos y actitudes no están fijos o estables en la Roca Eterna, quien es Jesucristo.

¿De donde procede esta dualidad o esta inestabilidad?

Procede de la falta de compromiso, falta de discernimiento y falta de consagración.

En esta primer parte consideremos los aspectos previamente mencionados.

Falta de compromiso: La pregunta es ¿con quien o con que no existe compromiso?.
Lógicamente con Dios y Su palabra. Dicho compromiso se debilita por la falta de comunión con El. Dios nos dice: "Acércate a mi y Yo me acercaré a ti".
Sin embargo para el hombre de doble animo hay temporadas en las cuales está comprometido y otras que no.

Falta de discernimiento: El discernimiento espiritual es frágil y muchas veces inexistente en un hombre de doble animo. Salomón pidió discernimiento (1 Reyes 3:9) para su vida diaria y su reinado.
El hombre de doble animo no discierne a veces llama a lo malo bueno y a lo bueno llama malo. Como dice el salmista "No saben, no entienden. Andan en tinieblas". (Sal. 82:5).

Falta de consagración: La falta de compromiso y discernimiento espiritual conllevan a la falta de consagración. Dicho de otra forma para el hombre de doble animo apartarse de lo malo no es un principio o una regla estable para su vida.
Pero para Dios, la consagración, el apartarse del mal no es una sugerencia para nuestras vidas, es un mandamiento (Sal. 37:27)

Hemos considerado las causas del doble animo.
Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario